Evangelizar a un protestante
Cómo evangelizar a un protestante o dialogar
La urgencia es de evangelizar a los no bautizados (ateos, musulmanes, testigos de jeovah, mormones…). Pero a menudo estamos confrontados a sectas, muy a menudo recientes e importadas de países anglosajones.
Tienen:
– no la « Fe una » (Ef 4,5) de la Iglesia sino solo una parte de ella
– una biblia solo parcial (les faltan 7 de los 73 libros históricos)
– creencias desconectadas de la historia de la trasmisión (especialmente 1500 años antes del protestantismo)
Hoy ya no funciona el truco de poner un letrero en la puerta diciendo: « Este es un hogar católico: no se acepta propaganda protestante », porque los « evangélicos » y las sectas ya están adentro del hogar a través del internet, de la televisión, de la radio y de la propaganda persona a persona en la fábrica.
Cuidado: A los pastores respeto, a las ovejas cariño, y a los lobos palos. El no tener miedo no significa ser imprudentes. Jesús aconseja que midamos nuestras fuerzas para emprender una batalla.
Es necesario armarte bien y prepárate para la batalla (Lc 14,31), dejándose evangelizar a si mismo por Dios y su Iglesia:
– ora,
– subraya tu biblia,
– estudia tu fe (catequismo de la Iglesia católica y sitios de apologética católica),
– consulta a otros católicos experimentados.
No tengas miedo (Lc 12,32) y no te dejes impresionar: los hermanos separados sueltan muchas citas de memoria; esto apantalla a muchos, pero eso no significa que las han entendido e interpretado en comunión con 20 siglos de Santos… (2P 1,20 « La Escritura no es de interpretación privada »). Tú, trata primero de entender, después memoriza algunas pocas citas con el libro de la Biblia y el capítulo. Cuando se puede, mejor también salir « dos en dos » (Lc 10,1) a evangelizar.
DIEZ PASOS DEL DIÁLOGO
1. Comienza siempre orando.
Reza cualquier oración o petición que te inspira el Espíritu Santo, pero termina siempre con el Padre Nuestro, el Ave María usando la Biblia (Lc 1,28 y 1,42). Si el otro objeta contra cualquiera de estas oraciones hazle ver cómo estas oraciones son bíblicas e inspiradas por el Espíritu Santo.
2. Prepárate.
Para la batalla de la fe es necesario estar armados, Gedeón venció a los enemigos con cuernos, cántaros y antorchas. Lee Jueces 7,16. El cuerno es el Catecismo, el cántaro de agua viva es la Biblia, y la antorcha es la Fe católica.
3. Estudia.
Para dar razón de tu fe es necesario conocer y haber entendido. Júntate con amigos, en tu casa o en tu parroquia a reflexionar sobre la fe con una Biblia con comentarios, el Catecismo de la Iglesia Católica y sitios de apologética católica.
4. Aprende lo básico (ver jesus1.fr/es/apologetica-biblica/).
La respuesta a sus más frecuentes preguntas:
– María tuvo más hijos?,
– Es idolatría venerar las imágenes?,
– Debemos bautizar a los niños?,
– Tienen poder los hombres para perdonar los pecados?,
– La Eucaristía es un símbolo o una realidad?,
– Fundó Cristo muchas Iglesias o una sola?,
– Es el Papa el Anticristo?, etc.
5. Conoce su doctrina.
La doctrina de los evangélicos y otros grupos protestantes es como el queso emmental sabe bien, pero está llena de agujeros.
Afirmar que basta la sola Biblia para conocer la verdad, pero la Biblia dice que debemos creer no sólo en lo escrito sino también lo enseñado de viva voz. Lee 2Tes 2,15
Dicen que no debemos obedecer a los sacerdotes, ni a los obispos, ni al Papa. ¿Por qué entonces ellos le hacen caso a su pastor?
Ellos exigen que tú les pruebes todo con la Biblia, pero si tú les pides que te prueben que su interpretación es la única verdadera, no lo pueden hacer.
Y cuando le pruebas, con la Biblia en la mano, lo que la Iglesia enseña:
– que debemos alabar a María (Lc 1,48);
– que los hombres reciben el poder de perdonar los pecados (Jn 20,23);
– que debemos comer la carne y la sangre de Cristo para tener vida eterna (Jn 6,54);
– que Cristo fundó una sola Iglesia (Mt 16,18);
– que sí podemos llamar « padre » a los hombres (1Co 4,15), etc.
Ellos no lo aceptan, porque ellos no creen en la Biblia, pues creen sólo en los que les inculca su pastor sin que ellos hagan su propia investigación sobre el tema para corroborarlo.
6. Toma la iniciativa.
– Exige que no hable mal de tu Iglesia ni de los sacerdotes. El hablar mal y el criticar no es cristiano sino del diablo/Acusador (Ap 12,10). La primera enseñanza de la Biblia es el amor y el respeto a los demás.
– Pídele que te platique un poco de su Iglesia, de su fundador, de cuáles son sus creencias y que fue lo que le motivó a entrar a dicha iglesia.
– Habla tú de lo que a ti te convence y atrae de la Iglesia Católica.
7. Bájalo del Ring.
Los Evangélicos son leones para debatir sobre el tema que ya se saben de memoria, pero si lo sacas de ahí, se vuelven corderitos. Ponlo en el campo que a ti te interesa y conoces: « A mí me gustaría hablar de la Iglesia ».
Ten preparadas tus preguntas:
– Cuándo se fundó tu iglesia?,
– Quién es tu fundador?,
– La Iglesia que Cristo fundó no funciona y la de tu fundador sí?,
– Acaso un hombre puede ser más sabio que el mismo Cristo?,
– Cómo puede ser la Iglesia de Cristo una Iglesia fundada mas de 1500 años después de Cristo?
8. Deja Actuar a Dios
Tu trabajo es aclarar dudas, quitar prejuicios y establecer el puente de confianza. Dios es el único que puede tocar su corazón. Ponte en manos de Dios y recuerda también que si tú no eres un convencido y no practicas tu fe, no podrás convencer mucho…
9. Ama la Verdad
Si no sabes, di « No sé, » y añade, « La próxima ocasión que nos veamos te daré la respuesta ».
Si señala errores de miembros de la Iglesia en la historia, reconócelos, pero aclara que no por eso deja de ser la Iglesia de Cristo. Cristo no prometió que no habría mal, sino que este no prevalecería contra ella (ver Mt 16,18). Preséntale la otra cara de la verdad: el heroísmo de sus mártires, el celo de sus misioneros, la caridad de tantas mujeres consagradas al servicio de los pobres, la grandeza de sus santos, etc.
10. Invítalo a tu parroquia
Recuerda que el Buen Samaritano llevó al herido a la posada. Llévalo a tu parroquia, invítalo a tu grupo, o simplemente preséntaselo a Jesús en la Eucaristía y háblale de Él.
YA NO ES TIEMPO PARA VIVIR AVERGONZADOS DEL EVANGELIO
« Pues no me avergüenzo del Evangelio, que es fuerza de Dios para la salvación de todo el que cree. » (Rm 1,16)
« La fe se fortalece dándola… » dice Juan-Pablo II, …y no escondiéndose detrás de la puerta. Y pide aún más: « No tengáis miedo de salir a la calle y a las plazas, como los primeros apóstoles que predicaron a Cristo y las buenas noticias de salvación en las plazas, pueblos y ciudades. Ya no es tiempo para vivir avergonzados del Evangelio » Rm 1,16 (Denver, 1993).
¡NO TENGAIS MIEDO!
No tengáis miedo de salir a la calle y a las plazas, como los primeros apóstoles que predicaron a Cristo y las buenas noticias de salvación en las plazas, pueblos y ciudades. Ya no es tiempo para vivir « avergonzados del Evangelio » (Rm 1,16). Es tiempo de predicarlo « desde los techos » (Mt 10,27) e invitar a cada uno que encuentres al banquete que Dios ha preparado para los suyos. El evangelio no puede quedar escondido por miedo o por indiferencia… Su objetivo no era tenerlo guardado en el cajón, sino para ponerlo sobre un estante para que vean su luz y glorifiquen al Padre (Mt 5,15).
Jesús salió en busca del hombre y de la mujer de su tiempo. El se ensartó en un diálogo abierto y confiado con ellos, sin tener en cuenta su condición, como el Buen Samaritano de la familia humana, el se acerco a su gente para curarlos de sus pecados y de las heridas que deja la vida, y llevarlos a la casa del Padre.
TÁCTICAS DEL DIÁLOGO
Para ganar una batalla no basta estar armado ni tener valor. es necesaria una estrategia.
No te pongas enfrente, ponte de su lado. ¿El Papa es muy rico?, ¿Sabes? yo antes pensaba como tú, pero me puse a estudiar y encontré que nada en el Vaticano pertenece al Papa con excepción de sus libros y que bajo las órdenes del Papa existen más de cien organizaciones que se dedican a hacer el bien a los pobres y necesitados sin distinción de raza o religión. ¿Sabías tú eso?
No discutas ideas, baja a la práctica. Da la impresión de que a usted le preocupan mucho los pobres.
Cuánto y cuándo fue la última vez que dio limosna a un pobre? Ud, no da ni el diez por ciento a los pobres ¡¿y que el Papa vende el Vaticano?!
Busca afirmar más que contradecir. ¿María tuvo más hijos? ¡Por supuesto! y los sigue teniendo! Yo también soy hijo suyo, y tú también, aunque no lo reconozcas. Porque si Cristo es tu hermano, su Madre es también madre suya.
Antes de jalar el anzuelo deja que muerda la carnada.
–Cumplió Jesús los mandamientos, ¿sí o no? El dirá que sí.
-Cumplió Cristo el cuarto mandamiento, ¿sí o no? La respuesta será afirmativa.
-¿Me puedes decir cuál es el cuarto mandamiento?
-Honrarás a tu Padre y a tu Madre.
-¿Quién es el Padre de Jesús?
-Dios
-¿Quién es la madre de Jesús?
-María.
-Si Cristo honró a su Madre, ¿no debemos hacer nosotros lo mismo?
No busques vencer, sino convencer. Jesús es una persona, la Biblia un libro. Si eres cristiano, obedeces a Cristo. [El no quiere divisiones, sino la unidad: « Que todos sean uno como Tú, Padre, estás en mí y yo en Ti » (Jn 1,21-23). El no quiere que estemos divididos en multitud de iglesias. Jesucristo quiere darte vida eterna. Por eso dijo, « Quien come mi carne y bebe mi sangre tiene vida eterna » (Jn 6,54). Jesucristo quiere que obedezcamos a sus representantes: « Quien a vosotros oye a mí me oye » (Lc 10,16).
Recuerda que la fuerza de las sectas está en el silencio y pasividad de los católicos.