Oración y novena a San José


Oraciones a San José

 

Por la señal, de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, libranos Señor Nuestro. En el nombre del Padre, del hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Oraciones iniciales
Oh San José, cuya protección es tan grande, tan fuerte y tan inmediata ante el trono de Dios, a ti confío todas mis intenciones y deseos.
Ayúdame, San José, con tu poderosa intercesión, a obtener todas las bendiciones espirituales por intercesión de tu Hijo adoptivo, Jesucristo Nuestro Señor, de modo que, al confiarme, aquí en la tierra, a tu poder celestial, Te tribute mi agradecimiento y homenaje.
Oh San José, yo nunca me canso de contemplarte con Jesús adormecido en tus brazos. No me atrevo a acercarme cuando Él descansa junto a tu corazón. Abrázale en mi nombre, besa por mí su delicado rostro y pídele que me devuelva ese beso cuando yo exhale mi último suspiro.
San José, patrono de las almas que parten, ruega por mi! Amén.

Oracion por el Papa Léon XIII (Quamquam pluries 1889):
A ti, bienaventurado San José, acudimos en nuestra tribulación;
y después de invocar el auxilio de tu Santísima Esposa
solicitamos también confiados tu patrocinio.
Por aquella caridad que con la Inmaculada Virgen María, Madre de Dios, te tuvo unido, y por el paterno amor con que abrazaste al Niño Jesús,
humildemente te suplicamos vuelvas benigno los ojos a la herencia que con su Sangre adquirió Jesucristo,
y con tu poder y auxilio socorras nuestras necesidades.
Protege, Providentísimo Custodio de la Sagrada Familia la escogida descendencia de Jesucristo;
aparta de nosotros toda mancha de error y corrupción;
asístenos propicio, desde el cielo, fortísimo libertador nuestro, en esta lucha con el poder de las tinieblas:
y, como en otro tiempo librasteis al Niño Jesús del inminente peligro de la vida, así ahora, defiende a la Iglesia Santa de Dios de las asechanzas de sus enemigos y de toda adversidad,
y a cada uno de nosotros protégenos con el perpetuo patrocinio,
para que, a tu ejemplo y sostenidos por tu auxilio,
podamos santamente vivir y piadosamente morir y alcanzar en el cielo la eterna felicidad. Amén.

Oh gloriosísimo Padre de Jesús, Esposo de María. Patriarca y Protector de la santa Iglesia, a quien el Padre Eterno confió el cuidado de gobernar, regir y defender en la tierra la Sagrada Familia; protégenos también a nosotros, que pertenecemos, como fieles católicos, a la santa familia de tu Hijo que es la Iglesia, y alcánzanos los bienes necesarios de esta vida, y sobre todo los auxilios espirituales para la vida eterna. Alcánzanos especialmente estas tres gracias, la de no cometer jamás ningún pecado mortal, principalmente contra la castidad; la de un sincero amor y devoción a Jesús y María, y la de una buena muerte, recibiendo bien los últimos Sacramentos. Concédenos además la gracia especial que te pedimos cada uno en esta novena.

Oración del día 1 – Prudencia y acierto en todos los casos dudosos y angustias
Oh benignísimo Jesús así como consolaste a tu padre amado en las perplejidades e incertidumbres que tuvo, dudando si abandonar a tu Santísima Madre su esposa, así te suplicamos humildemente por intercesión de San José nos concedas mucha prudencia y acierto en todos los casos dudosos y angustias de nuestra vida, para que siempre acertemos con tu santísima voluntad.

Oración del día 2 – Llevar con paciencia nuestra pobreza y desamparo
Oh benignísimo Jesús, así como consolaste a tu padre amado en la pobreza y desamparo de Belén, con tu nacimiento, y con los cánticos de los Angeles y visitas de los pastores, así también te suplicamos humildemente por intercesión de San José, que nos concedas llevar con paciencia nuestra pobreza y desamparo en esta vida, y que alegres nuestro espíritu con tu presencia y tu gracia, y la esperanza de la gloria.

Oración del día 3 – Amor y respeto al Santísimo nombre de Jesús
Oh benignísimo Jesús, así como consolaste a tu amado padre en el doloroso misterio de la Circuncisión, recibiendo de él el dulce nombre de Jesús, así te suplicamos humildemente, por intercesión de San José, nos concedas pronunciar siempre con amor y respeto tu santísimo nombre, llevarlo en el corazón, honrarlo en la vida, y profesar con obras y palabras que tú fuiste nuestro Salvador y Jesús.

Oración del día 4 – Ser de aquellos para quienes tú sirves
Oh benignísimo Jesús, así como consolaste a tu padre amado de la pena que le causó la profecía de Simeón, mostrándole el innumerable coro de los Santos, así te suplicamos humildemente, por intercesión de San José que nos concedas la gracia de ser de aquellos para quienes tu sirves, no de ruina, sino de resurrección, y que correspondamos fielmente a tu gracia para que vayamos a tu gloria.

Oración del día 5 – Libres de los que quieren dañar nuestras almas
Oh benignísimo Jesús, así como tu amado padre te condujo de Belén a Egipto para librarte del tirano Herodes, así te suplicamos humildemente, por intercesión de San José, que nos libres de los que quieren dañar nuestras almas o nuestros cuerpos, nos des fortaleza y salvación en nuestras persecuciones, y en medio del destierro de esta vida nos protejas hasta que volemos a la patria.

Oración del día 6 – Sustento espiritual de la Gracia
Oh benignísimo Jesús así como tu padre amado te sustentó en Nazaret, y en cambio tú le premiaste en tu santísima compañía tantos años, con tu doctrina y tu dulce conversación, así te rogamos humildemente, por intercesión de San José nos concedas el sustento espiritual de tu gracia, y de tu santa comunión, y que vivamos santa y modestamente, como tú en Nazaret.

Oración del día 7 – Nunca dejar de hacer tu voluntad
Oh benignísimo Jesús, así como por seguir la voluntad de tu padre celestial permitiste que tu amado padre en la tierra padeciese el vehementísimo dolor de perderte por tres días, así te suplicamos humildemente, por intercesión de San José, que antes queramos perder todas las cosas y disgustar a cualquier amigo, que dejar de hacer tu voluntad; que jamás te perdamos a ti por el pecado mortal, o que si por desgracia te perdiésemos te hallemos mediante una buena confesión.

Oración del día 8 – Muerte semejante a la tuya
Oh benignísimo Jesús, que en la hora de su muerte consolaste a tu glorioso padre, asistiendo juntamente con tu Madre su esposa a su última agonía, te suplicamos humildemente, por intercesión de San José, que nos concedas una muerte semejante a la suya asistido de tu bondad, de tu Santísima Madre y del mismo glorioso Patriarca protector de los moribundos, pronunciando al morir vuestros santísimos nombres, Jesús, María y José.

Oración del día 9 – Ser verdaderos y sinceros católicos
Oh benignísimo Jesús, así como has elegido por medio de tu Vicario en la tierra a tu amado padre para protector de tu santa Iglesia Católica, así te suplicamos humildemente por intercesión de San José, nos concedas el que seamos verdaderos y sinceros católicos, que profesemos sin error la fe católica, que vivamos sin miedo una vida digna de la fe que profesamos, y que jamás puedan los enemigos ni aterrarnos con persecuciones, ni con engaños seducirnos y apartamos de la única y verdadera religión que es la Católica.

Oraciones finales para todos los días
Oh custodio y padre de Vírgenes San José a cuya fiel custodia fueron encomendadas la misma inocencia de Cristo Jesús y la Virgen de las vírgenes María; por estas dos queridísimas prendas Jesús y María, te ruego y suplico me alcances, que preservado yo de toda impureza, sirva siempre castísimamente con alma limpia, corazón puro y cuerpo casto a Jesús y a María. Amén.
Jesús, José y María, os doy mi mente, mi corazón y mi vida.
Jesús, José y María, asistidme en mi última agonía.
Jesús, José y María, con Vos descanse en paz el alma mía.

Oh benignísimo Jesús, así como consolaste a tu padre amado en la pobreza y desamparo de Belén, con tu nacimiento, y con los cánticos de los Angeles y visitas de los pastores, así también te suplicamos humildemente por intercesión de San José, que nos concedas llevar con paciencia nuestra pobreza y desamparo en esta vida, y que alegres nuestro espíritu con tu presencia y tu gracia, y la esperanza de la gloria.
Padrenuestro, Avemaría y Gloria
V. San José, ruega por nosotros.
R. Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Jesucristo.

Oh Dios que con inefable providencia te dignaste escoger al bienaventurado José por Esposo de tu Madre Santísima; concédenos que, pues le veneramos como protector en la tierra, merezcamos tenerle como protector en los cielos. Oh Dios que vives y reinas en los siglos de los siglos. Amén.

Tropario
José de Nazaret, tú el justo y santo en la fe de Abraham,
llevaste en tus brazos al esposo de la alianza.
Padre silencioso a imagen del Padre que está en el cielo,
alimentaste con el pan de la tierra al que es pan del cielo.
José, que protegiste a la Virgen inmaculada,
protege en nuestros tiempos la Iglesia inmaculada.
Hoy intercede por tu pueblo Israel.
Sigue siendo el guardián de nuestras Comunidades y de sus pastores,
tú que fuiste pastor del Cordero.

Oración por San Francisco de Sales
Glorioso San José, esposo de la Virgen María,
dispénsanos tu protección paterna.
Nosotros te suplicamos por el Corazón de Nuestro Señor Jesucristo.
Tú, cuya protección se extiende a todas las necesidades y sabe tornar posibles las cosas más imposibles,
dirige tu mirada de padre sobre los intereses de tus hijos.
Recurrimos a ti, con confianza en las angustias y penas que nos oprimen;
dígnate tomar bajo tu caritativa protección este asunto importante y difícil que es la causa de nuestras inquietudes.
Haz que su feliz desenlace sea para gloria de Dios y bien de sus servidores. Amén

Oración por Sta Teresa de Avila
Glorioso Patriarca San José,
cuyo poder sabe hacer posibles las cosas imposibles,
venid en mi auxilio en estos momentos de angustia y dificultad.
Tomad bajo vuestra protección
las situaciones tan serias y difíciles que os encomiendo,
a fin de que tengan una feliz solución.
Mi bienamado Padre,
toda mi confianza está puesta en Vos.
Que no se diga que Os he invocado en vano
y puesto que Vos podéis todo ante Jesús y María,
mostradme que vuestra bondad es tan grande como vuestro poder. Amén.

San Juan Eudes: Salutaciones a San José
Le saludo, José, imagen de Dios el Padre;
Le saludo, José, padre de Dios el Hijo;
Le saludo, José, santuario del Espiritu Santo;
Le saludo, José, Amado de la Santisima Trinidad;
Le saludo, José, coadjutor muy fiel del gran consejo;
Le saludo, José, muy digno esposo de la Virgen Madre;
Le saludo, José, padre de todos los fieles;
Le saludo, José, guardian de todos los que han abrazado la santa virginidad;
Le saludo, José, observador fiel del silencio sagrado;
Le saludo, José, amante de la Santa pobreza;
Le saludo, José, modelo de dulzura y de paciencia;
Le saludo, José, espejo de humildad y de obediencia;
Usted esta bendecido entre todos los hombres;
Y benditos sean sus ojos, que vieron lo que usted vio;
Y benditas sean sus orejas, que han oido lo que usted oido;
Y benditas sean sus manos, que tocaron el Verbo hecho carne;
Y benditos sean sus brazos, que llevaron El que lleva todas las cosas;
Y bendita sea su pecho, sobre el cual el Hijo de Dios tomo un descanso dulce;
Y bendito sea su corazón abrasado, por El del amor mas ardiente;
Y bendito sea el Padre Eterno, que vos ha escogido;
Y bendito sea el Hijo, que vos amo;
Y bendito sea el Espiritu Santo, que vos santifico;
Y bendita sea a Maria, su esposa, que vos a querido como un esposo y como un hermano;
Y bendito sea el Angel, que vos sirvio de guardian;
Y benditos, para siempre, los todos ellos, que vos han amado y que vos bendigan. Amen.

Oración de San Pío X a San José, modelo de obreros
Glorioso San José, modelo de todos los que se consagran al trabajo,
otorgame la gracia de trabajar con espíritu de penitencia por la expiación de mis numerosos pecados;
de trabajar en conciencia, anteponiendo el culto del deber a mis inclinaciones;
de trabajar con reconocimiento y con alegría, considerando como un honor poder emplear y desarrollar mediante el trabajo los dones recibidos de Dios;
de trabajar con orden, paz, moderación y paciencia, sin retroceder jamás ante el agotamiento y las dificultades;
de trabajar sobre todo con pureza de intenciones y con desapego de mí mismo, teniendo siempre presente la muerte y que tendré que dar cuenta del tiempo perdido, de los talentos inutilizados, del bien omitido y de las vanas complacencias en el éxito, tan funestas para la obra de Dios.
¡Todo sea por Jesús, todo por María, todo por imitarte, patriarca José!

Este será mi lema en la vida y en la muerte. Amén.

Oración de la mañana a San José
Glorioso San José, todopoderoso cerca de los Corazones de Jesús y María,
concedednos tu protección al comenzar este día, a fin de que, cuando venga la noche, dirijamos con un corazón puro nuestras acciones de gracias a la Divina Majestad.
Recordate que fuisti en la tierra el jefe de la Sagrada Familia;
alcanzad el pan para los que tienen hambre, un techo para los que carecen de él, la paz y la prosperidad para los que os invocan.
Acordate también de que eres el Patrono de la Iglesia Católica.
Que por tu intercesión de nuestro Papa, nuestros cardenales, nuestros obispos, que todos aquellos que sirven a la causa de Pedro, se beneficien con las gracias que necesitan en el cumplimiento de su misión.

Oración antigua de confianza
Oh san José, cuya protección es tan grande,
tan fuerte y tan inmediata ante el trono de Dios,
a ti confió todas mis intenciones y deseos.
Ayúdame, San José, con tu poderosa intercesión,
a obtener todas las bendiciones espirituales
por intercesión de tu hijo adoptivo Jesucristo Nuestro Señor,
de modo que al confiarme, aquí en la tierra, a tu poder celestial,
te tribute mi agradecimiento y homenaje.
Oh San José, yo nunca me canso de contemplarte
con Jesús adormecido en tus brazos.
No me atrevo acercarme cuando el descansa junto a tu corazón.
Abrázale en mi nombre, besa por mí su delicado rostro
y pídele que me devuelva ese beso cuando yo exhale mi último suspiro.
¡San José, patrono de las almas que parten,
ruega por nosotros!                             Amén

Letania
San José, descendiente de David,         ruega por nosotros
Luz de los patriarcas,
Esposo de la Madre de Dios,
Casto Custodio de la Virgen,
Padre nutricio del Hijo de Dios,
Diligente defensor de Cristo,
Jefe de la sagrada familia,
José justísimo,
José castísimo,
José prudentísimo,
José fortísimo,
José fidelísimo,
Espejo de paciencia,
Amador de la pobreza,
Modelo de los obreros,
Gloria de la vida doméstica,
Custodio de las vírgenes,
Sostén de las familias,
Consuelo de los miserables,
Esperanza de los enfermos,
Patrono de los moribundos,
Terror de los demonios,
Protector de la santa Iglesia,